13 jul 2008

Conficto y Miedo a la Separación

Paula Serrano
Psicóloga


Desde que la separación se convirtió en un fenómeno corriente, casi frecuente, apareció el miedo a la separación de las familias. Lo más evidente sería decir que las parejas cuidan más sus matrimonios desde el momento que ven o han visto a su alrededor cómo se destruyen otros que parecían indestructibles. Desgraciadamente esto no siempre es así.
Un ejemplo posible es el miedo a los conflictos familiares o de pareja, porque se sienten como una antesala a la separación. Antes, la familia era el lugar donde se podía pelear con costos moderados o nulos. En una sociedad mucho menos violenta que la actual, la familia era un espacio para vivir las violencias propias de cada etapa del desarrollo.
Hoy, en un mundo violentado, en una sociedad agresiva, está supuesta a ser algo así como el cielo, un cielo de apariencias, un lugar represivo y agobiante, en función de la "armonía familiar".

Los padres de antes eran estrictos y distantes; las madres se hacían cargo del Manual de Carreño y del regaloneo. El resto del tiempo, los niños eran libres para portarse mal. Hoy, los papás son más permisivos y cercanos, pero no dan a sus hijos el espacio mínimo de privacidad para portarse mal. Las parejas no se besaban en público, pero se atrevían a pelear a muerte, sin soñar que los conflictos pudieran llevarlos a una ruptura. El matrimonio y la familia eran lugares seguros (me refiero a la mayoría, naturalmente, con mil excepciones y sutilezas particulares).

Hoy la familia y el matrimonio son lugares inseguros, temporales, transitorios.

Con frecuencia los niños lloran si ven a sus padres pelear y luego explican: "es que si siguen así se van a terminar separando".
Las mujeres toleran faltas de respeto, violencia y autoritarismos brutales en función de la armonía: "Lo hago por el bien de mis hijos", aseguran, mientras la depresión les corroe el alma.
Alguien podría pensar que estoy haciendo una apología de la libertad al interior de las relaciones, sin contemplar la necesidad de su estabilidad. Es al revés. Creo que la sobreprotección de la estabilidad puede matar la esencia de las cosas y volver en contra de ella. Las familias más estables y felices son aquellas en que el conflicto es una posibilidad segura. Porque los seres humanos, para vivir juntos han debido regular la agresión y la violencia. Nunca eliminarlas.

La familia debe poder tolerar la condición humana con naturalidad. Los niños son maldadosos, los adolescentes son insoportables, los hermanos son celosos y competitivos, aunque sean unidos y se quieran, las parejas luchan por el poder, difieren en sus opiniones de que está bien y mal para sus hijos, se agobian uno con el otro, están de malas o de buenas por razones misteriosas, aunque se adoren y se avengan bien; la vida es dura; las relaciones son difíciles.

Resultado: sencillamente, lo perfecto es enemigo de lo bueno ¡Seamos imperfectos! Aprendamos a pelear.

8 Comments:

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA said...

Hola Pacita:
He estado leyendo este texto, y no lo sé. Me parece curioso e interesante, pero creo que es un tema donde hay mucha tela por donde cortar. Lo que sí reconozco es que defiende una idea audaz y a tener en cuenta. Besitos:
TADEO

 kotto said...

yo siento que el matrimonio hoy en día es como tan livianito para algunos... la tolerancia el respeto mutuo es algo que no esta en el libreto y creo es lamentable...


un abrazo pacita cuidate

 kotto said...

un abrazo pacita buen fin de semana

Anónimo said...

Pacita , qué lejos estamos una de otra , hija...
rebotando desde el blog de raquel ferna´ndez, que escribe unos poemas fuertes, me salto al de tadeo, y de éste te venhgo a leer a ti...
cosas de la blogosfera!!
Nada, sólo decirte que me ha gustado mucho el texto.
Te habla una divorciada que pretende criar a su hija en la libertad y el desempolvo del amor barato de princesas que las mujeres esperamos siempre,
enhorabuena por ser nada más y nada menos que cirujana dentista!!
(tendrías mucho trabajo conmigo, perdí muelas en el embarazo jejeje, pero ya te digo, estamos lejos ).
Enhorabuena por el blog.
Abrazos.

Mónica said...

Siempre da miedo una separación... bsss.

me gustó tu blog así que volveré por aquí.

Nos vemos.

 kotto said...

cariños para ti pacita

Vivita said...

Si!! Aprendamos a discutir y no guardar para aparentar....Nadie dijo que iba a ser fácil!!!
Te extraño...una abrazo.

esteban lob said...

Hola Pacita:

Haz hecho un claro y auténtico perfil de los matrimonios actuales (en toda regla hay excepciones).

Lo que lamento del nuevo estilo, es que muchas veces en el marco de esa competencia por ser más y en que no haya una voz unitaria familiar sino dos versiones tal vez antagónicas, los niños terminen por sentirse desprotegidos.

Abrazo.