2 nov 2008

Gente buena onda

El otro dia, en mi dia laboral santiaguino, iba en el metro, agradablemente sentada, no en la hora peak ....

Cuando el tipo que iba sentado al lado mio, de unos 50 años, vestido de terno, saca unos cartoncitos muy largos, de colores y empieza rapidamente a hacer unas manualidades, como unas ramitas de papel.

Y así, de la nada, empezó a repartirlos sin más, de regalo, primero a mi y a los que estabamos sentados cerca, luego a la gente que iba de pie, a los niños que se acercaron a mirar, dibujando en todos nosotros sonrisas cómplices ante su gesto altruista. Luego los afortunados nos mirábamos y sonreíamos entre sí, cómplices de nuestros regalos, que aunque sin valor, lograron alegrar a todo el vagón.

El gesto de este tipo me dejo pensando, era claro que para él (por la velocidad con la que trabajaba) aquello no implicaba ningun esfuerzo, pero su acto cambió por completo el viaje de todos nosotros, yo diría que nos hizo a todos un poco más felices, al ser receptores de algo tan desinteresado.

En tiempos en que a todo se le puede asignar un valor monetario, uno se sorprende al descubrir gente que va de buena onda por la vida sólo por el placer de serlo. Dan ganas de ser su amigo.

Trataré de imitarlo, quizas sólo regalando sonrisas.

7 Comments:

Vivita said...

Si sabes que derrepente voy feliz por la vida y la gente cambia su carita y como que se te acerca más y más gente buena onda...voy en metro, colectivo o micro y me doy cuenta que estoy seria y tengo el ceño fruncido...trato de cambiar y sonreir y ver la recaccion de la gente con mi cara.
Es un buen ejercicio...
Te quiero mucho.
Gracias por tus comentarios

esteban lob said...

Hola Pacita:

La actitud de ese señor y la resolución tuya de repartir sonrisas (muy propia de una experta en dentaduras), es lo que necesitamos para combatir nuestra osquedad colectiva.

A la hora de las comparaciones con los argentinos al subir a un ascensor, por ejemplo, hay una enorme diferencia en contra nuestra.
Ellos, aunque no te hayan visto jamás, rompen el hielo con un "Buen día" cordial.
Nosotros subimos(me incluyo) y pese a encontrarnos a centímetros fisicamente, quedamos separados por los otros miembros del "habitáculo" por kilómetros de indiferencia.

Saludos.

esteban lob said...

FE DE ERRATAS:

En vez de osquedad, corresponde ciertamente HOSQUEDAD.

Mis disculpas.

belclau said...

Compartir algo (por minimo que sea) sin esperar retribuciones es raro en estos tiempos, sobre todo en las grandes urbes como Santiago donde todo el mundo anda concentrado en si mismo y sus circunstancias. Aqui en la ciudad donde vivo en Bélgica tuve que volver a aprender a ser "gentil", es decir que cuando vas por la calle a veces hay alguien que te dice bonjour sonriéndote y tu ni mas le respondes de la misma forma.
Que en mi trabajo en la tienda lo menos que puedo hacer es saludar cordialmente a la gente que llega, no por una cuestion de atraer a la clientela, sino porque de veras se produce un cambio en ellos: sonrien y se sienten acogidos y la verdad, eso es agradable.
Recuerdo haber visto en un canal hace un tiempo un cortometraje que mostraba un carro de un metro donde un hombre justamente de unos 50 años se pone a reir sin mas... La camara muestra el cambio en las caras de la gente, al principio sorprendidas, luego de un rato muertas de la risa, todas...
Compartir no es dificil, dejar de pensar todo el tiempo en si mismo es el problema... La solucion esta en nosotros mismos...
Cariños, Pacita, nunca dejes de sonreir!!!!!

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA said...

Querida Pacita:
Es una linda historia. Es hermosa una actitud como la de esa persona. Sólo espero que en el fondo, no estaría esperando que alguien se le ocurriera pagarle algo por su buena acción.
Eso sí, no me extraña, pues yo mismo he hecho cosas parecidas, y es que soy de los soñadores que aún cree en el mejoramiento humano. Linda historia, y linda foto. Besitos:
Tadeo

Anónimo said...

esos pequeños detalles hacen la vida mas amable!!!
que emoción poder encontrarlos y mas aun disfrutarlos!
.
risas por doquier necesitamos...
eehh
besos

andreasalome!

Todo pasa por una razon said...

Hoy en día encontrar personas desinteresadas es un privilegio, por lo que cuando las tengamos cercas lo mejor es saberlas conservar.


Saludos,


Margarita Torsion